La
primera vez que oí hablar de feminismo tenía apenas trece años. Una profesional
vino a darnos una charla al instituto. En esa charla, sentí especial interés
por asuntos como el sexismo en la publicidad o el maltrato de género. Esa misma
semana visioné la película “Te doy mis
ojos”.
La
segunda vez que oí hablar de feminismo no necesité la charla de ninguna
profesional. Bastó con abrir bien los ojos y ver que el compañero de delante me llamaba gorda y que yo no podía dejar de
obsesionarme con las tallas de las tiendas y con los raquíticos cuerpos de las
modelos. Ese mismo día también miré hacia mi compañera de al lado, esa a la que su novio le prohibía
llevar camisetas escotadas y en cambio tanto parecía que la quería. Miré al
pasado y descubrí la lucha, las mujeres que hicieron historia, las mujeres
artistas y las políticas; esas que no aparecían en ningún libro de texto. Desenterré los libros prohibidos.
No
necesité oír hablar de feminismo una tercera vez. Yo ya había empezado a crear
mi identidad como mujer. Como mujer
feminista.
Necesitamos
feminismo porque no podemos permitir ni un grito, ni un insulto, ni un golpe,
ni una muerte más. Necesitamos feminismo a modo de grito. El grito de todas
esas mujeres que hoy no están aquí con nosotras. Lo necesitamos porque ellas
fueron silenciadas, porque nunca pudimos escucharlas.
Necesitamos
feminismo por todas aquellas mujeres que han descubierto su sexualidad, por las
madres solteras, las parejas homo. Necesitamos feminismo por aquella prostituta
sumisa bajo las órdenes de su chulo. Necesitamos feminismo por las mujeres que
educan a sus hijos bajo las cuatro paredes del maltrato familiar. Necesitamos
feminismo por el maltrato psicológico. Necesitamos feminismo por el libre
aborto, por la libertad de decisión sobre los derechos de nuestro cuerpo.
Necesitamos feminismo por la igualdad laboral. Necesitamos feminismo porque
queremos salir a la calle con nuestras faldas cortas sin tener certeza de que
alguien nos insinuará lo putas que somos. Necesitamos feminismo en el lenguaje.
Necesitamos feminismo en los medios, la política. Necesitamos feminismo por las
mujeres obreras, camioneras, buseras y guerrilleras. Necesitamos feminismo
porque no necesitamos que ningún hombre
esté sobre nuestra tutela, y tampoco
necesitamos que ningún ente abstracto decida lo que debemos hacer y lo que no.
Necesitamos feminismo porque no podemos permitir que sigan callando nuestra
voz.
Somos
rebeldes, insumisas, combativas. Somos mujeres y como tales necesitamos feminismo.
Concienciaos todxs de que el feminismo aún no está impuesto. Hasta que no
rompamos las cadenas que nos atan a la opresión no llegaremos a conseguir la
igualdad. Os necesitamos, necesitamos que vosotrxs también creéis vuestra
identidad feminista.
Fuente: Wikipedia

Necesitamos feminismo para nuestra libertad...
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